VIDA CON PROPÓSITO
Llamamos “propósito”, a aquello que da sentido a nuestra existencia en la tierra. Pero lo que no sabemos muchas veces, es que ese sentido de vida, proviene desde lo alto.
Es necesario que la humanidad sepa que: “Fuimos escogidos antes de la fundación del mundo” - Efesios 1:4
Así que no te confundas creyendo que eres dueño de tu propio destino y que te haces camino al andar.
El camino lo ha trazado Dios, conforme al propósito con el que has sido escogido. Porque “por gracia fuimos escogidos y esto es un regalo de Dios” - Efesios 2:8
Una vida con propósito es una vida llena de frutos, de los frutos del Espíritu Santo: gozo, paz, paciencia, benignidad, mansedumbre, templanza.
Una vida con propósito no es vacía, ni muerta. Sino llena de avivamiento, al servicio de Dios y de la extensión de su reino.
Una vida con propósito no tiene temor de pavor repentino, ni de la plaga destructora.
Una persona con propósito no se deleita en la carne: fornicación, adulterio, mentira, maledicencia, hechicería, idolatría, odio, venganza, homicidio, envidia, etc. Sino que se deleita en el espíritu: amas a tu prójimo como a ti mismo, bendices a los que te maldicen, oras por los que te persiguen, amas a tus enemigos, haces bien a los que te aborrecen, y oras por los que te ultrajan y persiguen.
Una vida con propósito se guía con la voluntad de Dios que es: buena, agradable y perfecta - Romanos 12:2
Una vida con propósito no se apoya en su propia prudencia sino que se fía de Jehová - Proverbios 3:5
Una vida con propósito busca agradarle a Dios y no a las personas - Gálatas 1:10
Una vida con propósito es una vida llena de bendiciones y promesas
que solo Dios
puede cumplir - Deuteronomio 28
Si todo lo que te he contado no es suficiente para encontrar tu propósito, estas desperdiciando cada segundo de vida que Dios te ha regalado. Estarás desconociendo que si aún estás vivo, es porque Dios aún te estás dando una nueva oportunidad de buscarlo y hallarlo para que tu propósito te sea revelado y dejes de afanarte por lo pasajero de este mundo.
Si quieres encontrar a Dios, hazlo en la intimidad de tu habitación, a través de una oración de fe, de la alabanza y en la meditación de su palabra, la biblia.
Así mismo mandó que congreguemos para fortalecernos en la unidad de la fe, como un solo cuerpo, al que llama el Cuerpo de Cristo.
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Tenemos células permanentes y una iglesia en la cual serás bienvenido para brindar juntos adoración al Creador.
Tu hermana en Cristo,
Andrea.
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