BORRÓN Y CUENTA NUEVA


Isaías 1:18
Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.

El tema "Borrón y cuenta nueva" es un adagio popular que encierra una gran enseñanza.
Una vez reconciliados, con Él, es igual como cuando nos pasa con el amigo ofendido, con el pactamos nunca más acordarnos de las ofensas. Dios no es señalador, ni vive recordando lo que hicimos; tampoco significa que nuestras acciones pasadas no vayan a tener consecuencias, es aquí donde entra la misericordia de Dios.
Isaías 43:25
No me acordaré más de tus pecados
Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me acordaré de tus pecados.

¡Cuán bueno es Dios! Dice que no se acuerda ya de nuestros pecados. Mientas los humanos acostumbramos a decir: “te perdono, pero no lo olvido”, Él promete nunca más acordarse de nuestras ofensas. Pero, ¿sabes quien te los va a recordar? El diablo. Él es el único acusador  así lo afirma Apocalipsis 12:10.
Por lo tanto, cada vez que vengan a ti pensamientos acusadores, que te recuerden tus pecados, recuerda que no es Dios, porque El dice: si confesares tus pecados, te serán perdonados.
Ahora bien, tengamos presente que Dios no nos hace nuevos para que sigamos siendo iguales. Ninguno de nosotros lava la ropa para mancharla, lava su carro para ensuciarlo. Aunque es inevitable que suceda, acostumbramos a lavar constantemente, así mismo debemos mantenernos en constante limpieza o purificación. La biblia dice: que no echa vino nuevo sobre odres viejos Marcos 2:22. Esto significa que el vino nuevo es su palabra y para que permanezca en nosotros, debemos ser renovados, caso contrario, seremos como los odres viejos, que no soportan el proceso de fermentación y terminar rompiéndose y echándose a perder todo lo depositado en ellos.

3 pasos
1.    Confiesa a Jesucristo
Mateo 10:32-33 Cualquiera que me confiese delante de los hombres, lo confesaré delante de mi Padre.

2.    Cree de corazón
Romanos 10:10 que Cristo es el Hijo de Dios; con el corazón se cree para justicia y con la boca se confiesa para salvación.

3.    Arrepiéntete y bautízate
Marcos 16:16: El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.
Hechos 2:38: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.
Te animo hoy para que aceptes a Jesús en tu vida, no vivas más apartado de su presencia. Vuélvete a Él y disfruta de todo las promesas que verás cumplidas en tu vida.
¡Que Dios te bendiga!

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